miércoles, 22 de febrero de 2012

Instinto Maternal?

A las mujeres se les atribuye muchos cosas en cuanto a la maternidad y bueno al escribir esto lo hago en forma de catarsis (Según la RAE: Eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso).
El alumbramiento de un hijo es una experiencia hermosa por el hecho de traer al mundo una vida que creció y se desarrolló en tu vientre. Es tiempo de ver el rostro, tantas veces imaginado, del pequeño ser que se hizo espacio en ti y de tu cuerpo (ya no tuyo) su ambiente, su espacio, su casa.
Visto desde ese punto es hermoso pero vamos al hecho en sí de dar a luz, experiencia dolorosa y que nadie quisiera repetir. Una cosa es asumir que tienes que pasar por esa experiencia para ver a tu hijo y que te llenes de una falsa valentía, para que las personas que te rodean no te juzguen, para que las mujeres que ya han sido madres no alardeen de la cantidad de hijos que han tenido (excluyo a mi madre, ella siempre estuvo pensando en mí y ayudándome para sentir menos dolor), pero seamos sinceras, en la medida de lo posible si pudiéramos evitarlo, lo haríamos!. Sin embargo, en el mundo real si quieres tener un hijo entonces tienes que hacerte la idea de que tienes que pasar por esta dolorosa experiencia, que debo reconocerlo...!!! en cuanto vi a mi primer hijo, me olvidé de lo terrible que fue...al menos por ese instante.
Vamos rompiendo mitos acerca de ese momento, el dolor que puedes sentir es intenso y todo el camino a la sala de partos repetía "Primera y última vez, que quiero sentir esto".
Durante las contracciones tenía a mi doctor revisando si estaba dilatando (su mano dentro mío). Es decir, mi intimidad era ahora algo público, las enfermeras y el doctor revisando, tocando, introduciendo objetos (es el procedimiento, pero no deja de ser desagradable). Yo quería llorar, pero llena de esa falsa valentía me mantenía serena y pensando que todo era por mi bebé (la desesperación es peor porque no respiras correctamente y el oxígeno no llega al bebé). No quería que los demás recuerden ese momento como el de una mujer llena de llanto y desesperación (dentro de mí, en ese mundo paralelo al que solo accedo yo, era la mujer llena de llanto y desesperación).
Llegó el momento!!! Se rompió la fuente y el doctor comprobó que tenía 9 dilatación (pudo introducir toda su mano dentro mío), me pasaron a la sala de partos, como era primeriza me hicieron el corte perineal (Episiotomía) para mi fortuna, no duró mucho, y el corte fue tan grande que Leonardo salío en el tercer pujo completito (los pilates, el baile y el gimnasio me sirvieron para aprender a respirar correctamente y realizar fuerza abdominal), SÍ! la salida fue un gran alivio (bueno para mí y para el doctor que estaba preocupado por el mioma del tamaño de la cabeza de mi bebé y que creció junto a él)...este es el verdadero instante mágico, mi pequeño ahora tenía rostro (este sí que fue amor a primera vista) y pude ver sus ojos, su cuerpo, escucharlo...Oh dolor? dolor? Cuál dolor? Has visto ser más bello?...ver a tu hijo es una droga que cura todo el dolor y dura lo que le toma a la enfermera llevárselo...
Todo el parto cero lágrimas (dentro mío, tenía un mar en el que podría navegar, sumergirme y nadar), mucha sangre...luego de ese instante vino la costura, la salida de la placenta, la obstetricia colocando sus manos encima de mi vientre y aplastándolo con mucha fuerza...yo llena de dolor describo ese momento como "Sentía como si hubieron licuado todo mi interior".
El segundo mito que quiero destruir es el de la lactancia. Existen dentro de la naturaleza infinidad de mamíferos que se distinguen por razas, algunas son mejores que otras para ciertas cosas. Por ejemplo, las vacas Overo son las mejores productoras de leche y las vacas Beefmaster son productoras de carne. A ningún productor de leche se le ocurriría comprar vacas Beefmaster y a ningún productor de carne se le ocurriría comprar las Oviero.
A lo que quiero llegar es a: "No todas las mujeres pueden producir grandes cantidades de leche", no a todas las mujeres los pechos se les ponen verdes y tienen que que usar el extractor de leche para evitar  que les de Mastitis. En el mundo utópico que nos han vendido (creo que es un complot de los hombres), sean novelas, publicidad y todo lo demás que nos rodea, cuando un bebé nace, la madre lo acerca a su pecho y el bebé puede alimentarse, no existe dolor, todo fluye naturalmente...Si tú eres una de las afortunadas en buena hora, si tú eres una de las mías sabrás lo difícil que puede ser dar de lactar a tu hijo.
Leonardo movía su boquita y mi pecho...seco!! sin salir ni una sola gotita (un enfermero aplastó mi seno y solo salió una gota de un líquido semi-transparente), dolor intenso (tanto emocional como físico), las advertencias acerca de la mastitis de todos lados, las mujeres con hijos diciéndome acerca de tomar agua de cacao y de que el problema no era mi producción de leche sino mío por no dar de lactar (excluyo otra vez a mi madre que me dijo que al igual que yo no tenía mucha leche en ninguno de sus cuatro retoños pero como en ese tiempo no tenía la posibilidad de comprar suplemento lo intentaba a mil pero igual la cantidad no satisfacía a nadie así que tuvo que darnos leche de vaca para complementar).
Al segundo día, igual el mismo líquido semi-transparente..hombre al fin necesito tomar suplemento y no lo quiso dejar. Con mi sentido de culpabilidad por tener el seno seco, me compré una extractora y mi máxima producción fue de 4 onzas luego de estar una hora con el aparatito ese. Esas 4 onzas desaparecía en menos de dos segundos cuando Leonardo cogía el biberón y tenía que complementarlo con leche maternizada. En mis intentos de darle de lactar, Leonardo me dejó sin medio pezón, sin dientes pero con hambre y para que se den una idea de la succión que pueden ejercer nuestros indefensos bebés me lo arrancó, sangre, dolor inigualable, los pezones rojos por el chuc chuc y ni hablar del dolor de espalda por la postura (Hice el intento, todo lo posible, y todavía siento que me culpan cuando recuerdan que Leo no lacto). Buscando un final feliz a este episodio de la lactancia, mi sengunda hija si lo hizo, al igual que el anterior NO produje más leche, tuve que complementarlo pero como toda mujer fue paciente y mi leche fue como su postre y su calma a la hora de dormir. No fue su alimento principal porque con 4 onzas ni un bebé se puede desarrollar. Nunca tuve la necesidad de ponerme almohadillas para controlar el exceso, ni dolor en los pechos por la subida de la leche, solo los sentía algo duros y el día que dejo de lactar la leche desapareció sin más ni más.
El tercer mito, el hecho de que piensen que una vez que tienes a tu hijo, sabes como tratarlo, cuidarlo y no necesitas ayuda...MENTIRA...mi hijo lloraba a mares cuando yo lo cargaba (tal vez sentía mi nerviosismo, mi inseguridad, mi inexperiencia), al igual que para él todo era nuevo, me moría de nervios de verlo tan pequeño, tan dependiente, no sabía como cargarlo, cómo cambiarle el pañal, cómo bañarlo...no dormía porque tenía miedo de asfixiarlo, con todo lo maltrecha que estaba después del parto...encima la lucha para lactar, sentir que no podía cubrir sus necesidades me hacía sentir inútil.

Mis conclusiones a partir de mi experiencia:
  1. El parto es una experiencia dolorosa e implica cierta carga de peligro tanto para ti como para tu bebé (lo puedes ver en la ficha, cuando ves el recuadro si la madre salió viva o el recuadro para marcar si el  bebé nació vivo). Debemos ser conscientes y tomar este paso como lo que es, y prepararnos física y psicológicamente. No demuestres falsa valentía para quedar bien con los demás, si sientes nervios dilo, no entres en pánico porque la primera tarea de una madres es cuidar a tu hijo (Al no respirar correctamente, le quitas oxígeno y puede morir). Para ti como para tu bebé es una experiencia difícil, si quieres llorar hazlo pero trata de sobreponerte.
  2. La lactancia es complicada. Prepárate, lee anda a cursos si es que puedes, no esperes hasta el momento del nacimiento para saber si eres productora o no. Si eres como yo, has tu mejor esfuerzo si no lo logras entonces no te sientas culpable LO INTENTASTE.
  3. No dejes que los demás te atribuyan poderes super especiales, di lo que no puedes, habla de tus temores, acepta toda la ayuda posible y recuerda que todo se aprende paso a paso. No conozco a nadie que desde el primer día sea un experto en algo nuevo. No sé porque sí piensan que una mujer puede hacerlo, observa y aprende, aprende, aprende y aprende....que más te puedo decir, descubrir y aprender de tu hijo. Los dos irán creciendo poco a poco, a medida que crece tu hijo, tú creces como madre.